Empieza a decir lo que siente.
Empieza a pensar cosas que nunca antes pensó.
A temerle a los sentimientos no correspondidos,
esperar cosas de los demás,
confundirse,
sufrir por un alguien,
tener preocupaciones,
no quererse,
dudar de si mismo,
creer por momentos que no sirve para nada,
tener libertad.
Empieza a preguntarse que hace en este mundo.
Creo que no soy la única que ha pasado por esto, al menos tres o cuatro de estas cosas, nos ha sucesido a todos.
Nada nos quita el sueño de volar. |